Ritual de frutos secos

Ricos y nutritivos son los frutos secos tanto para comer como para la piel. Ricos en Vitaminas liposolubles y aceites nobles y afines a la piel.
Iniciaremos el ritual  con un Peeling de frutos secos, sales del mar muerto, aceite de macadamia y leche de almendras amargas ( que recuerda al amaretto).
Por su composición es un peeling suave envolvente por sus aromas tostados de los frutos secos, aroma denso que da el aceite exotismo de Macadamia junto con la simbiosis de las sales de mar muerto que confieren esa conexión con el mar y el porte de los minerales esenciales a nuestro cuerpo.
El  delicado roce de los frutos secos triturados acompañan y contrastan con los cristales de la sal y la frescura y recuerdo olfativo de la almendra amarga.
Todo ello con movimientos circulares en forma de espiral siempre ascendente. Empezamos por los pies para separa esa conexión con la tierra y dejar la mente en blanco y poder disfrutar de los aromas y sensaciones que iremos notando.
Estos movimientos irán desplazando los pensamientos de cansancio y estres para posicionar el momento sensorial  que estamos viviendo. cuando esto sucede el olfato puede despertar recuerdos, cercanos o muy lejanos como la niñez.  Incluso despertar recuerdos de algún momento mítico en nuestras vidas o algún viaje.
Los movimientos de desplazamiento de las manos y los olores y texturas del ritual irán desplazados de abajo a arriba, pasando también por la cara  en la cual aremos un peeling más ligero con aceites de macadamia, leche de almendras, frutos secos triturados y pequeños trozos de cascaras de frutos secos. Damos la opción de poder aromatizar la mezcla con algún aceite esencias.

Secuenciaremos el ritual con una ducha y terminaremos con un ligero masaje fijando la información  olfato, tacto y como no también el gusto.